Como consecuencia del defasaje presupuestario de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el Gobierno de la Ciudad envió a la Legislatura porteña un proyecto de modificación del presupuesto vigente para el corriente año, el cual fue aprobado días atrás.
Esta nueva ley autoriza al Poder Ejecutivo de la Ciudad a alterar la velocidad de las obras vigentes, suspenderlas e incluso no iniciar las que estaban pendientes.
La lista de las obras seleccionadas para desacelerar o suspender por el Ejecutivo local deberá ser presentada ante la Legislatura antes del 30 de octubre próximo.
Sin embargo, fuentes del Gobierno de la Ciudad afirmaron incluso antes de enviar el proyecto a la Legislatura, que las obras de subte actualmente en ejecución serían las elegidas para reducir el gasto público en la Ciudad.
El efecto fue inmediato. Apenas se conoció la polémica ley -aprobada por 41 votos a favor y 4 en contra- se comenzó a vivir un tenso clima bajo tierra en las principales obras vigentes: las extensiones de las líneas A, B y H.
Con el pasar de los días se logró conocer a ciencia cierta cuáles son realmente las obras que reciben el mayor impacto de la reducción del presupuesto. enelSubte.com realizó una investigación en las obras de las líneas A, B y H y el resultado fue alarmante: analizan despidos en la obra de extensión a Villa Urquiza de la línea B y se postergaron licitaciones en las líneas A y H.
La línea B recibió el mayor impacto de la reducción.
La situación es clara: los empleados de la firma contratista Benito Roggio e Hijos S.A., la cual está a cargo de la construcción de las estaciones Echeverría y Villa Urquiza de la línea B, se encuentran en “reducción de tareas”. Muchos de ellos asisten diariamente a su trabajo pero sin tareas asignadas, e incluso el plantel de una empresa terciarizada que trabaja allí le permitirá de ahora en adelante a sus empleados salir 2 horas antes del fin de la jornada laboral.
Se suspendieron los trabajos en dos de los accesos a la estación Villa Urquiza y en otros sectores puntuales de la obra, y se temen despidos o suspensiones sin goce de sueldo dentro de los próximos días.
Asimismo, los delegados de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) ya manifestaron su rechazo al gobierno local por la reducción del presupuesto, y están en “estado de alerta” ante cualquier despido, por lo que fuentes del gremio adelantaron a este medio que “no existirá ningún inconveniente de manifestarse ante el primer despido”.
Pese a que la desaceleración de obras en las líneas A y H no es de igual magnitud que en la línea B, también se pudo constatar que se han postergado llamados a licitación de trabajos que ya podrían comenzar a ejecutarse.
Sin embargo, el clima de menor tensión se vive en la obra de las estaciones Flores y Nazca, pertenecientes a la última etapa de extensión de la línea A, ya que parece ser la “obra protegida” por el Gobierno al momento de restarle presupuesto.
Esta obra, a cargo de Dycasa S.A., se encuentra bastante avanzada. Incluso las estaciones Puán y Carabobo están próximas a inaugurarse, mientras que se planea abrir al público a las siguientes estaciones Flores y Nazca para finales del año próximo.