La constructora Benito Roggio, controlante de Metrovías, ya tiene personal asignado para realizar los estudios necesarios para construir la línea G. Asi pudo saber enelSubte.com gracias a fuentes de la empresa, quienes pidieron se preservara su identidad. Al igual que hiciera con la obra de la cochera de la línea B, Roggio derivó personal originalmente abocado a la extensión de la línea E para poder tener lista su propuesta y así obtener un lugar privilegiado cuando las constructoras chinas se vean obligadas a buscar un socio local para hacer los trabajos.
Al igual que sucedió con el subte de Córdoba, Roggio es uno de los principales interesados en que se haga la línea G. Para ello, fungió como vínculo entre el Gobierno porteño y los empresarios chinos y se asegura, de esta manera, ser elegido como socio local por contratación directa tras la firma del convenio entre el Estado porteño y el gigante asiático. Tanta premura tiene una lógica explicación: por un lado Roggio se asegura un jugoso contrato de obras mientras que la actual gestión macrista podrá mostrar los comienzos de la obra en plena temporada electoral.