Las obras de la Etapa 1 del plan de extensión de la línea A, que contempla la construcción de las estaciones Puan y Carabobo, comenzaron a mediados de 2004. Apenas tres años después, a mediados del corriente, estaban prácticamente terminadas. Hace casi un mes una fuente vinculada con Subterráneos de Buenos Aires S.E. confió a enelSubte.com que las nuevas estaciones estaban disponibles para entrar en funciones.
La decisión sobre el momento quedaba totalmente en manos políticas. El 9 de septiembre pasado el ministro de Obras Públicas de la Ciudad, Juan Pablo Schiavi, ratificó que las obras estarían listas en breve pero recién serían inauguradas en noviembre. Pasó a entenderse que serían abiertas al público entre fines del corriente mes y principios del próximo. Hasta ahora. En declaraciones al diario Clarín publicadas en su edición de anteayer Schiavi, el mismo ministro que anunció las frustradas inauguraciones de la línea H y de otras obras, ahora anticipa que la inauguración será recién en marzo próximo, algo no confirmado por ninguna otra fuente.
El motivo aducido es la necesidad de realizar las últimas tareas para la puesta en marcha del nuevo tramo, como pintura de las estaciones y señalización en las vías. No obstante, la nota del matutino reconoce que está colocada hasta la señalética para que Metrovías incorpore 2,9 kilómetros a su ámbito de acción y subsidios. Lo cierto es que, mientras Schiavi anuncia marzo de 2008 olvidando afirmaciones anteriores, el crédito por la apertura será para Mauricio Macri y no para el gobierno saliente.
El ministro logró aclarar, sí, la situación de los históricos coches Le Brugeoise de la línea A, que no darían abasto para cubrir la demanda ampliada pero tampoco serán retirados de circulación –tal como adelantó enelSubte.com tiempo atrás– hasta la finalización de la Etapa 2 de la extensión, programada para 2009. Precisó que la falta de coches será entretanto suplida retirando formaciones General Eléctrica a la línea E, la de menor tráfico y frecuencias. Los vecinos de Flores deberán entonces esperar hasta marzo y los pasajeros de la línea E, presumiblemente, viajar más apretados.