El grupo Roggio busca posicionarse en la que será una dura competencia entre diversos grupos por el negocio del Sistema Único de Boleto Electrónico (SUBE) de Capital Federal y el Gran Buenos Aires. Monedero, su empresa insignia de tarjeta magnética que es medio de pago en el subte y otros servicios, comenzó a estar operativa en las líneas 5, 50, 101 y esta semana en la 8 (ex 86). El grupo se presentó con esta filial en la licitación del nuevo sistema asociado con Siemens y la española Indra. Dice que, aunque pierdan, la Monedero podrá convivir con el esquema que se implantará. Mientras tanto, cada vez son más las líneas que desarrollan sus propias tarjetas magnéticas para paliar la falta de monedas.
El negocio del SUBE puede llegar a ser el más grande de América Latina. Un estimado de 11 millones de viajes por día transforma la licitación que lanzó la Secretaría de Transporte en una de las más importantes de los últimos tiempos.
Por primera vez uno de los interesados en manejar el SUBE entró en la red de colectivos para desafiar la competencia. En Roggio alegan que el acuerdo para pagar con Monedero en las líneas mencionadas se firmó antes del lanzamiento de la licitación y sólo para estos cuatro ramales. La dueña de las líneas es nada menos que Dota, la líder del mercado. La firma vende $ 2.000 millones anuales de boletos más una cifra similar de subsidio. Controla veinticinco líneas en forma directa y otras cinco asociada con otras empresas.
Roggio también aclaró que, de ser otro el ganador de la operación del SUBE, podrá convivir con las máquinas de Monedero instaladas en los colectivos.
Metronec es la firma con la que el grupo se presentó asociado con Siemens e Indra en la licitación de validadores para el próximo sistema unificado. Con la misma sociedad cotizará en la licitación del servicio de Back Office.
El retraso de la implementación del SUBE y la escasez de monedas empujaron a varias empresas transportistas a poner en marcha sus propias tarjetas magnéticas.
Las líneas 85, 148 y 159 fueron las pioneras hace varios años. La 333, 245, 314, 394 y 501 reaccionaron en los últimos tiempos por la falta de medio de pago metálico. Y, por último, el otro gran jugador entre los colectiveros, el grupo Plaza, hizo un acuerdo hace unos meses con Siemens para la provisión, operación y mantenimiento de un sistema de tarjeta lectora por aproximación para sus líneas 61 y 62.