“Estamos intimando a la empresa porque la concesionaria no puede ser ajena a este problema, son sus empleados los que están generando este conflicto. Es un conflicto entre dos grupos de la misma compañía que se están debatiendo cuál es la representación de uno y de otro”, puntualizó el funcionario.
Schiavi argumentó que “más allá del conflicto entre la empresa y los trabajadores, que se está sustanciando en el Ministerio de Trabajo”, su “deber” como secretario de Transporte es “exigir a la empresa la presentación de un sistema de contingencia para que el servicio público funcione” porque así lo establece el contrato de concesión.
“Hay un millón quinientas mil personas que usan el subte a diario en Buenos Aires y un paro de 24 horas pone a la ciudad en un estado de caos. Nuestra responsabilidad es arbitrar todos los medios para que el servicio funcione”, afirmó Schiavi.
Un sector de trabajadores de subterráneos mantienen un plan de lucha en demanda de reconocimiento gremial del sindicato que conformaron, enfrentado a la Unión Tranviarios Automotor (UTA).
Este plan de lucha, que la semana pasada sumó el séptima medida de fuerza en lo que va del año, continuará mañana con una nueva suspension del servicio durante 24 horas.
El delegado de la Línea B de subtes, Claudio Dellecarbonara, confirmó hoy la decisión, y señaló que “lamentablemente, parece no hay otra forma que se escuchen los reclamos de los trabajadores en este país”.
“Estuvimos más de un año haciendo todo lo posible para no paralizar el servicio, pero hemos estado sufriendo persecuciones, descuentos de haberes, golpes, patoteadas e intentos de despidos”, aseveró Dellecarbonara a radio Diez.
Con este panorama, la empresa Metrovías sacó hoy una solicitada en los principales diarios nacionales donde asegura que adoptará “todas las medidas necesarias” para garantizar mañana el servicio de subterráneos, aunque dejó claro que “eso sólo será posible si no se producen bloqueos o incidentes”.
Metrovías también manifestó su “preocupación” frente a los continuos cortes de servicio de transporte subterráneo, y dijo que estas medidas “alteran la paz social y dificultan gravemente la actividad de los cientos de miles de pasajeros que usan el subterráneo y de la mayoría de los trabajadores de Metrovías que quieren desarrollar sus tareas”.
“La empresa ha dispuesto todas las medidas necesarias para brindar el servicio a su cargo y manifiesta su compromiso de brindar un cronograma de emergencia; en tanto no se reiteren las obstrucciones al movimiento de trenes y otras acciones ilegales como ocurrió en anteriores oportunidades”, afirma y advierte.
También “exhorta” al grupo de trabajadores que llevan adelante el paro que “dirijan su reclamo a los órganos administrativos y judiciales pertinentes y cesen en su accionar, cumpliendo con sus actividades laborales”.
Para analizar la situación planteada ante el paro de 24 horas dispuesto para mañana, ayer hubo una reunión entre los ministros de Trabajo, Carlos Tomada; de Justicia, Julio Alak; el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, y el titular de la Comisión Nacional Reguladora del Transporte (CNRT), Eduardo Sícaro.
El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, también se pronunció hoy contra el paro de subtes anunciado para mañana, y dijo que la ciudad “no puede volver a vivir la locura de la semana pasada”, al tiempo que pidió “una solución” al conflicto.
Tras participar de una reunión reunión de gabinete que se realizó en el Centro de Información y Formación Ambiental en el Parque Indoamericano, en el barrio de Villa Soldati, Macri pidió “construir entre todos una Argentina en la cual dialoguemos, donde la gente esté alegre y disfrute, pero no que se agreda e insulta como pasó toda la semana pasada”.