En un comunicado dirigido a sus trabajadores Metrovías realizó un recuento de la situación tarifaria del Subte desde 2002 hasta la fecha. Dice que “después de la crisis de 2001 […] el Estado Nacional implementó una política de subsidio que permitió la provisión del servicio a los usuarios a una tarifa muy accesible. En la medida en que los costos de operación se fueron incrementando, dicho subsidio también aumentó para suplir los aumentos de tarifa que hubieran correspondido”.
Dicho esquema de ingresos es el que se mantuvo hasta enero de 2012, cuando el Gobierno nacional y el porteño convinieron que este último se hiciera cargo del control del servicio. “En base a un consenso entre la Nación y la Ciudad sobre la necesidad de mantener dicho equilibrio económico, la Nación, que hasta entonces se hacía cargo del 100% del subsidio, se comprometió a
mantener por un año la mitad del mismo, y por su parte la Ciudad dispuso el aumento tarifario de $1,10 a $2,50 para cubrir la otra mitad”. Señala la empresa que este compromiso la puso en una situación financiera crítica dado que “el conflicto suscitado entre la Nación y la Ciudad hizo que una parte muy importante del subsidio que se comprometió a aportar la Nación se depositara en una cuenta destinada a inversiones a la que Metrovías no tiene acceso. Por otra parte, el aumento de tarifas redujo la cantidad de pasajeros en un 20%, por lo que el ingreso por venta de pasajes tampoco llega a cubrir la otra mitad del subsidio necesario”.
Metrovías reclamó que “esta situación que hace muy difícil la prestación del servicio requiere en forma urgente su normalización. Con este fin, seguimos realizando todas las diligencias a nuestro alcance tanto ante el Gobierno Nacional como ante el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.”.