En los próximos días, la Secretaría de Transporte de la Nación lanzará una masiva encuesta para conocer en detalle la cobertura que brinda en la actualidad el transporte público. Además, indagará en los tiempos de viaje, trasbordos necesarios para llegar a destino y, fundamentalmente, en la incidencia de los gastos de viaje en el presupuesto familiar.
La Encuesta de Movilidad Domiciliaria (EN.MO.DO) relevará los patrones de viaje y condiciones socioeconómicas de 22.500 hogares de la Capital y del primer y segundo cordón del Gran Buenos Aires. Los encuestados deberán indicar los viajes que realizaron en días anteriores, si poseen auto particular y hasta la cantidad de cuadras caminadas. Se estima que será el estudio más grande sobre el transporte público en treinta años.
El objetivo detrás de esta encuesta es la reforma del actual esquema de subsidios al transporte público, ideado por el cuestionado Ricardo Jaime en su paso por la Secretaría de Transporte. Para evitar la suba de las tarifas, el Estado se comprometió a cubrir la diferencia entre los ingresos y costos en alza de las empresas de transporte. Sin embargo, este sistema recibe fuertes críticas que van desde la falta de transparencia hasta los deficientes servicios que brindan las empresas.
Desde su asunción, Schiavi analiza reemplazar los subsidios a las empresas por un esquema más específico a través de la tarjeta SUBE. Dado que el boleto electrónico es personal e intransferible, se busca depositar en la cuenta del usuario el monto del subsidio, mientras que los que no lo requieran pasarían a abonar la tarifa a valores de mercado. Según cálculos de enelSubte.com, en el caso de los subterráneos el viaje sin subsidios debería valer, como mínimo, $ 2,21.
En declaraciones al diario Página/12¸el secretario indicó: “No es lo mismo alguien que vive lejos, en un barrio pobre y que gasta 8 pesos entre varios colectivos para trabajar en Capital y tarda cuatro horas, que alguien que va de San Fernando en tren hasta Retiro y llega en treinta minutos”. De esta forma, se depositaría el subsidio en las cuentas SUBE de los pasajeros que realizan varios trasbordos para llegar a destino, que viven lejos de sus empleos o que pertenecen a grupos socialmente vulnerables (jubilados, estudiantes de escuelas públicas, desempleados, personas en situación de pobreza). El funcionario indicó que el sistema SUBE estará completamente operativo en julio de 2010.
“Este tipo de encuestas es clave para planificar el transporte –aseguró Schiavi–. Nos da las matrices de origen y destino del grupo familiar, nos permite mejorar la frecuencia de los trenes en los horarios pico y sirve como base de dato para un tema crucial: conocer la incidencia del transporte en el bolsillo de las familias. Nos va permitir transferir, orientar el subsidio público a la demanda.”