El freno a la Emergencia Ferroviaria, que en los últimos meses comenzó a verse en Trenes Argentinos Operaciones (SOFSA) y Trenes Argentinos Infraestructura (ADIF), ya se ha hecho extensivo a Trenes Argentinos Cargas (TAC/BCyL).
Desde la declaración de la Emergencia a mediados del año pasado, y a diferencia de lo ocurrido con otras empresas del sector, TAC lanzó escasas licitaciones para obras de importancia.
Hasta el momento, ninguna de ellas ha sido adjudicada: algunas están en evaluación de ofertas desde hace meses, mientras que otras debieron ser dadas de baja y relicitadas, pero la fecha de apertura de sobres ha sido sucesivamente prorrogada, por lo que los avances son escasos.
En el caso de la línea Belgrano, en febrero pasado se licitaron obras de mejoramiento de 80 kilómetros de vías en los ramales CC y C15. En rigor, se trata de una relicitación de un proyecto que había sido lanzado en agosto del año pasado, pero que fue posteriormente dado de baja.
Si bien la apertura de sobres estaba originalmente prevista para el mes de marzo, fue postergada en seis ocasiones, la última fecha quedó fijada para octubre próximo, de no mediar una nueva postergación.
Similar suerte corrió otra contratación para trabajos de mejoramiento liviano en 72 kilómetros de vías en la línea San Martín, que fue lanzada en febrero en conjunto con la del Belgrano. En este caso, también se trata de una relicitación de un proyecto similar lanzado en agosto del año pasado, que también fue dado de baja.
La fecha de apertura de sobres de esta licitación también estaba pautada para marzo pasado, pero fue reprogramada en seis oportunidades, quedando la fecha pautada también para octubre próximo.
Demoras de similar tenor afectan a las obras proyectadas para la línea Urquiza, que en este caso se ejecutarán con financiamiento del Mercosur. La licitación para realizar trabajos de mejoramiento en 30 km de vías en la provincia de Entre Ríos y en la conexión internacional con Brasil, que había sido lanzada en agosto pasado, permanece en evaluación de ofertas desde hace un año.
En las últimas semanas -pese a la ralentización en el ritmo de publicación de nuevas contrataciones- se sumaron, en el marco del mismo proyecto del Mercosur, nuevas licitaciones destinadas al mejoramiento de 55 kilómetros de vías de la misma línea y para la rehabilitación de un puente, ambas obras a desarrollar en la provincia de Entre Ríos. Por el momento, ninguna de ellas ha tenido avances significativos.
Reflotan un crédito del Mercosur para obras en el Urquiza Cargas
Las razones detrás de las demoras
Las demoras acumuladas por las licitaciones de Trenes Argentinos Cargas son análogas a las sufridas por otras contrataciones lanzadas tanto por Trenes Argentinos Operaciones (SOFSA) como por Trenes Argentinos Infraestructura (ADIF), incluso de aquellas que sí se hallan contempladas dentro de la Emergencia Ferroviaria y que son consideradas prioritarias por motivos de seguridad operacional.
Lejos de tratarse de una casualidad, la situación obedece a la directiva oficial de profundizar el recorte presupuestario -las empresas ya hablan de “ordenar las prioridades” y han dado de baja algunas de las primeras licitaciones lanzadas al calor de la declaración de la Emergencia– y a la inminencia de la reprivatización del sistema ferroviario.
Cabe señalar que este proceso está notablemente más avanzado en el caso de Cargas que en el de su contrapartida de pasajeros.
De hecho, el proceso formal de privatización de la empresa, que administra los servicios cargueros de las líneas Belgrano, San Martín y Urquiza, fue iniciado en julio pasado y fue puesto en cabeza de la Secretaría de Transporte, marginando a TAC de la definición de aspectos clave del futuro esquema. Sin ir más lejos, la resolución de privatización habilita a la Secretaría a “rescindir aquellos contratos [de obras] que no se consideren prioritarias”, pasando por encima de la carguera estatal.
A su vez, en julio pasado también se derogó la resolución 211/21, que le asignaba a TAC -al menos en lo formal- la gestión de la totalidad de la red ferroviaria de cargas, lo que posibilita la extensión en 10 años de los contratos de las concesionarias que administran los servicios cargueros del Mitre, el Sarmiento y el Roca.
Una vez desaparecida esta última función que las normas le habían reservado a TAC, y con la certeza de que en poco tiempo más la empresa ni siquiera controlará los servicios que actualmente opera, su existencia se ha convertido en poco más que fantasmal.
Con todo, cabe señalar que en el esquema de privatización diseñado por el Gobierno -que no contempla la supervivencia de TAC en ningún rol, siquiera como propietaria del material rodante, que se prevé rematar- no implica que los privados se hagan cargo de las obras de infraestructura, que deberán seguir estando a cargo del Estado. De hecho, según lo anunciado, deberán pagarse con los fondos que se obtengan de la venta de coches y locomotoras. Sin ir más lejos, en la reciente extensión contractual de NCA -que acaso pueda ser vista como un antecedente para la futura concesión de TAC- se deja constancia explícita de que la empresa no está obligada a realizar inversiones en la infraestructura.
El Gobierno da inicio formal a la privatización de Trenes Argentinos Cargas