La empresa constructora del Metrobús Sur, Bricons S.A, reconoció que el gobierno porteño le abonó más de un millón de pesos más que lo correspondiente por la obra.
El dato salió a la luz luego de que la Auditoría Porteña descubriera que se habían hecho nueve paradas y 130 columnas menos, lo que arrojaba un cálculo de 15 millones de pesos abonados por obras que no se habían hecho, una inconsistencia que no fue detectada por la Subsecretaría de Transporte, pero que fue reconocida finalmente por la empresa en abril de este año.
“Después de saber que había un informe que mostraba importantes irregularidades en la certificación de lo ejecutado, la empresa presenta una liquidación final, recién dos años después, reconociendo que el gobierno le pagó de más”, detalla a Perfil Facundo del Gaiso, auditor de la Coalición Cívica.
“Hay que analizar si existe malversación de fondos, seguro hay desprolijidades“, dijo el auditor Eduardo Epszteyn a Perfil. “[El PRO] está haciendo todo lo posible para que el informe no salga antes de las elecciones”, denunció.
La Auditoría puso la mirada en los presupuestos finales de las obras: “Se licitó con un precio y se terminó pagando bastante más de lo que efectivamente se hizo”, explicó Epszteyn. El GCBA asegura que el Metrobús Sur salió $ 150 millones, y el de la 9 de Julio, $ 220 millones. Para la Auditoría, en cambio, el costo final asciende a $ 245 millones y $ 427 millones respectivamente ya que habría que sumar las obras complementarias.
Cabe recordar que Bricons estuvo a cargo de la construcción del Centro de Transbordo Sáenz, que implicó la demolición de dos paradas del Metrobús Sur que llevaban apenas un año en funcionamiento y que habían sido construidas por esa misma empresa.