Las obras de expansión de la red de subterráneos avanzan por varios frentes. Uno de ellos es la extensión de la línea B, obra que se inició a finales de la década del 90 aunque recién se inauguró su primer tramo en agosto de 2003 con la apertura de las estaciones Tronador y Los Incas.
Desde entonces los trabajos de construcción de las estaciones Echeverría y Villa Urquiza -denominada recientemente Juan Manuel de Rosas- han generado gran polémica producto de las fuertes demoras que se producen desde el inicio de la obra.
Las obras han atravesado todo tipo de inconvenientes: la muerte de un obrero en plena jornada laboral, grandes dificultades en los trabajos de construcción de la estación Echeverría debido a las complicadas napas freáticas, el derrumbe de hormigón armado en la estación Villa Urquiza, la desaceleración de las obras durante algunos meses cuando se redujo el presupuesto asignado a la obra en el segundo semestre del 2007, entre otros.
Además, días atrás enelSubte.com informó que se ha decidido postergar la inauguración de las estaciones dado un consenso de especialistas quienes coinciden en que se dificultará la operación de las nuevas estaciones si antes no se pone en funciones la proyectada y tan necesitada cochera-taller.
El proyecto inicial contempla la construcción de un sector de cocheras el cual consistirá en un túnel de cuatro vías, de 17,60 metros de ancho y en el sector del taller un túnel de dos vías, de 11,80 metros de ancho. El total de la nueva traza será de unos 700 metros de largo tras la estación Juan Manuel de Rosas, la cual permitirá el guardado de todos los trenes como así también tareas de mantenimiento rutinario, funciones que actualmente desbordan a la cochera Rancagua, ubicada en las inmediaciones de la estación Federico Lacroze.
Para ello, en julio pasado el Gobierno de la Ciudad lanzó el llamado a licitación para la construcción de la Cochera Taller Brigadier General Rosas, cuyos sobres fueron recibidos esta semana por SBASE.
Las empresas postulantes fueron Cartellone, Dycasa, lsolux/Esuco y Roggio. Esta última, además de ser la propietaria de casi la totalidad de las acciones de Metrovías, la empresa concesionaria del subte porteño, es la encargada de las obras de extensión de la línea B desde Lacroze hasta Rosas.
La licitación 138/08, que contempla un pago total de $260 millones de pesos por las obras finalizadas, incluye la elaboración del proyecto ejecutivo de esas dependencias, la reubicación de interferencias del medio subterráneo como cañerías de agua o gas, las obras civiles y de arquitectura de la cochera taller y de la subestación rectificadora Rosas.
Como informara enelSubte.com tiempo atrás, la empresa Roggio ya había iniciado a principios de este año los trabajos de investigación y proyección de obra para adelantarse a la licitación y asegurarse la adjudicación de la obra a fin de reducir costos, dado que los estudios previos se gestionaron con empleados de la obra que actualmente ejecuta en la extensión de la línea B.
La empresa ganadora tendrá a su cargo, además, la provisión e instalación de vías desde el fin de la cola de maniobras de la actual estación Los Incas hasta la estación Juan Manuel de Rosas (ex Villa Urquiza).
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