El pasado diciembre los hinchas de Huracán reclamaron en la Legislatura porteña conservar los terrenos conocidos como la Quemita, parte de los originalmente destinados al taller central de subterráneos y que hoy ocupa un campo de deportes. Tuvieron éxito. La semana pasada se reunieron con Juan Pablo Piccardo dos representantes del club, llegando al acuerdo de que el Taller Central Mariano Acosta se construya en terrenos linderos.
Hasta ahora, Huracán ocupaba los terrenos en forma precaria a partir de su entrega a principios de los 70 por el ex intendente porteño Saturnino Montero Ruiz, a la sazón hincha del club. Lo que se acordó con el GCBA es su cesión definitiva. De esta forma, el Campo de Deportes Jorge Newbery (donde se entrena, entre otras actividades, el plantel de Primera) conservará cada uno de los centímetros de su terreno, para que las obras del taller mecánico de trenes, sumado a la estación que se pensaba realizar en esos metros, se “muevan” a las zonas periféricas de la Quemita.
La situación ya había sido prevista por Metrovías, que se vio obligada a reformular el proyecto de taller para adecuarlo a la zona disponible. Ese proyecto, elaborado con asesoramiento de la española Renfe, sigue siendo la base de la obra vigente. Entre 2007 y 2009 la constructora Roggio, con financiación del Estado Nacional, completó el túnel hasta la rampa ya existente en el predio donde hoy languidecen coches ya retirados del servicio. La obra registró poco o nulo avance desde entonces.