En medio de la dura puja entre la empresa y los gremios con los usuarios como rehenes, un informe del Centro de Educación al Consumidor (CEC) puso al descubierto el estado de deficiencia de las cinco líneas de subterráneos de la ciudad de Buenos Aires.
Entre otras anomalías la entidad señaló: aguas servidas en escaleras, filtraciones en estaciones y túneles, falta de higiene en baños, seguridad policial ausente en formaciones y andenes, largas colas en horas pico por el insuficiente número de ventanillas habilitadas para la venta de boletos.
El trabajo de CEC fue realizado durante el mes de agosto y comprende a las líneas A, B, C, D y E de subterráneos, que según Susana Andrada, titular de la entidad de consumidores, reciben 76 millones mensuales de subsidios estatales.
Andrada puso énfasis en la escasa o nula presencia policial en los andenes (a pesar del acuerdo con el ministerio del Interior) y en la arbitraria ubicación de matafuegos dentro de los coches (en algunos casos están debajo de los asientos, en otros arriba y en otros en la cabina del conductor).
“El usuario debe saber donde están los matafuegos cuando sube al subte y no tener que ir a buscarlos cuando se declaró el incendio”, señaló Andrada.
Línea A
Según el trabajo, la línea A presenta diversas irregularidades a lo largo de su recorrido como filtraciones de agua en las vías (estaciones Primera Junta, Pasco y Plaza Miserere), baños clausurados y lugares solitarios y peligrosos donde no hay nadie que cuide (estación Lima).
También se detectó un baño químico en el andén de la estación Sáenz Peña y en la de Plaza Miserere, los pisos estaban mojados en pasillos del hall y la estación carecía de baños. En tanto en Primera Junta los sanitarios estaban cerrados.
En lo que hace a la seguridad policial, CEC destacó que en la Línea A en el 90 por ciento de las estaciones no se encontró presencia policial.
Uno de los problemas que mayor malhumor provoca en los usuarios son las colas en las horas pico. En este sentido el trabajo destacó que en Primera Junta entre las 7:30 y las 8:30 se forman filas de hasta 65 personas delante de las ventanillas.
El informe señaló que “hay que tener en cuenta que muchas ventanillas se encuentran cerradas o sólo funcionan con cambio exacto, lo que hace mas dificultoso comprar el pasaje”, y precisó que el tiempo de espera promedio es de entre 7 y 12 minutos.
También llamó la atención la elevada proporción de ventanillas habilitadas para la venta de pasajes que permanecen cerradas: en todas las estaciones entre el 50 por ciento y el 75 por ciento de las ventanillas no están abiertas.
Línea B
En la línea B también se encontraron escaleras anegadas, goteras y derrames del techo y filtraciones a través de las paredes (especialmente en estaciones C. Pellegrini, Uruguay, Callao, Pueyrredón).
En tanto presentaban agua en los andenes las estaciones Florida (goteo sobre cables), C. Pellegrini (al pie de escaleras internas), Uruguay (filtración de pared), Callao (agua en pisos y paredes), Pasteur (hay una canaleta de dos metros con agua) –
Y lo mismo ocurre en las estaciones Carlos Gardel, Medrano, A. Gallardo y Malabia.
Según CEC, de las 15 estaciones que integran esta línea, 10 tienen filtraciones de aguas servidas y en cuanto a los baños se observó falta de higiene, anegamientos o directamente ausencia de los mismos (Carlos Gardel).
En cuanto a la seguridad policial, CEC señaló que en casi la totalidad de los andenes recorridos no hay guardias, ni seguridad policial, lo que es más grave si se tiene en cuenta que el Ministerio del Interior paga adicionales para contratar policías.
“Según el acuerdo con el Gobierno debería haber uno por estación y uno por formación, sin embargo en casi ninguna estación se encontró presencia policial”, señaló el informe.
Las largas colas en las horas pico aquí también son un problema: se contabilizaron hasta 60 usuarios en las ventanillas de la estación Alem, 25 en la de Carlos Pellegrini, 32 en la de Callao y 38 en la de Malabia. El promedio de boleterías cerradas asciende al 50 por ciento.
Línea C
En la Línea C se reiteran los mismos problemas: agua en escaleras y paredes (Lavalle-Moreno), agua en estaciones-andén (Retiro, Lavalle, Diagonal Norte, Av. de Mayo, Moreno, San Juan, Constitución). “De 9 estaciones, 7 tienen filtraciones”, indicó el informe.
En cuanto a los baños, CEC señaló que en Retiro los que hay son los de la estación de tren, y que en Independencia y Constitución los sanitarios permanecen clausurados.
En el rubro seguridad policial en anden y venta de pasajes, se reiteran las mismas anomalías.
Línea D
En tanto, la Linea D muestra serias deficiencias en las estaciones Plaza Italia (agua cuando llueve), Scalabrini Ortiz (grandes filtraciones en paredes y suelo y goteras en el medio de la escalera sobre los tubos de luz) y agua en andenes, vías y al pie de escaleras mecánicas (Juramento, Carranza, Plaza Italia, F. de Medicina.
Los baños de las estaciones Congreso de Tucumán, Juramento, Palermo y 9 de julio están clausurados.
En el rubro seguridad policial se observan las mismas deficiencias que en las otras líneas y en cuanto a las colas en las horas pico, a modo de ejemplo el informe señala que en Catedral se contabilizaron más de 70 personas en una sola ventanilla.
Aquí también entre el 50 por ciento y el 75 por ciento de las boleterías están cerradas.
Línea E
Por su parte la Línea E muestra agua tanto en las escaleras de acceso: Pichincha (filtración techo y pared), Jujuy (filtración por pared), Urquiza (agua en pared), Moreno (filtración de pared), como en los andenes: Jujuy y Urquiza (filtración en paredes), Moreno (cae del techo y paredes).
En cuanto a los baños, la Línea E los tiene clausurados en las estaciones Bolívar e Independencia. La seguridad presenta las mismas deficiencias y las colas en horas pico acumulan hasta 25 personas con un 50 por ciento de las boleterías cerradas.
por Diario Popular
(en imagen: restos del desprendimiento producido en el accidente del pasado domingo 2 de septiembre en la línea D)