Con la presencia del Jefe de Gobierno Mauricio Macri y de varios funcionarios porteños quedaron habilitados los nuevos túneles del Metrobús Nueve de Julio, que servirán para vincular los carriles centrales de esa avenida con la zona de Plaza Constitución.
Según informó el propio Macri, los túneles permitirán ahorrar tres minutos de viaje al sortear varios semáforos y eliminar los cruces superficiales en tijera que se habían instalado en 2013, al habilitarse los carriles exclusivos centrales.
El túnel en dirección a Plaza Constitución mide 230 metros de largo, tiene entrada por Carlos Calvo y salida por Lima y Cochabamba (detrás de la Iglesia del Inmaculado Corazón de María). Es utilizado por once líneas de colectivo (9, 10, 17, 45, 59, 67, 70, 91, 98, 100 y 129). Su construcción ocasionó un incidente que afectó al Subte: una máquina que trabajaba realizando el pilotado perforó el techo del túnel de la línea C, ocasionando un derrumbe.
El túnel de sentido contrario -que cruza al anterior en subterráneo- es mucho más corto: con 90 metros, inicia en Bernardo de Irigoyen y Cochabamba y emerge en Carlos Calvo. Es utilizado por nueve líneas de colectivo.
Cada uno de esos túneles, de sentido único de circulación, cuenta con una calzada de seis metros además de una vereda de 1,20 m para eventuales evacuaciones. Las paredes laterales fueron decoradas por el artista urbano Martín Ron, el mismo que realizó varias intervenciones en la línea A del Subte.
La obra había sido anunciada en septiembre de 2013, apenas dos meses después de quedar habilitado el Metrobús Nueve de Julio. A cargo de la empresa estatal AUSA, los trabajos fueron realizadas por José Cartellone Construcciones Civiles y demandaron una inversión de 127 millones de pesos.