Para festejar el Bicentenario, Metrovías exhibió en la estación Primera Junta de la línea A dos coches que formaron parte de su flota original el 1 de diciembre de 1913. Se trata de los coches English Electric 2 y 3, también conocidos como “Preston” por haber sido fabricados en dicha ciudad británica, que fueron restaurados por la Asociación Amigos del Tranvía y que se los puede ver cada fin de semana en los paseos en tranvías históricos que organiza dicha entidad por las calles de Caballito. La dupla estuvoen la otrora terminal de la línea A los días 24 y 25 de mayo..
Los Preston llegaron a la Argentina a mediados de 1913 cuando la Compañía de Tranvías Anglo – Argentina (CTAA) se aprestaba a elegir el modelo de coche a usar en su “tranvía subterráneo”, la actual línea A. Se enviaron cuatro coches desde Gran Bretaña dotados de plataformas tranviarias en los extremos para permitir el ascenso y descenso de pasajeros en los apeaderos de superficie cuando cumplieran con el servicio mixto tranvía – subte gracias a la rampa de Primera Junta. Además, tenían un par de puertas corredizas por lateral para su uso en los andenes del túnel. Sin embargo, la CTAA optó finalmente por comprar los trenes enviados por la empresa belga La Brugeoise, et Nicaise et Delcuve, que son los que circulan en la actualidad tras 96 años que los convirtieron en los trenes en servicio comercial más antiguos del mundo.
Los coches Preston eran conocidos como “Palace cars” por el lujoso diseño de interior que contaba con asientos de ratán de Indonesia; revestimientos y molduras de roble; tulipas, pasamanos, manijas y detalles de bronce. Hasta que fueron retirados de servicio en 1977, circularon acoplados en una formación especial ya que eran incompatibles con los coches La Brugeoise. Fueron utilizados para circular en eventos especiales como la visita del Príncipe de Gales -futuro rey Eduardo VIII- en 1925 o el traslado de los ministros del flamante gobierno de Raúl Alfonsín desde el Congreso hasta la Casa Rosada el 10 de diciembre de 1983.
No obstante, también sufrieron reformas al igual que los coches La Brugeoise: en 1927, los coches 2 y 3 perdieron una de sus plataformas por un frente curvo idéntico al de las unidades belgas, mientras que el coche 4 perdió sus dos plataformas. El coche 1 se incendió a principios de la década del 20 y sobre su chasis se reconstruyó un coche metálico con mecánica Brugeoise que serviría de modelo para la reforma futura de los coches belgas. El coche 1 fue radiado en 1977 y, a principios de los años 80, fue desguazado y vendido como chatarra.
En 1983, la Asociación Amigos del Tranvía, a cargo del arquitecto Aquilino González Podestá, logró convencer a Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) para que restaurara el coche 3 para festejar los 70 años del Subte. A principios de los años 2000, el coche fue nuevamente restaurado siguiendo las pautas de diseño originales: debajo de una de las escalerillas de las plataformas, se encontraron restos de la pintura original que permitieron replicar la librea celeste grisácea que caracterizaba a los coches de la línea A en tienpos de la Anglo. Respecto al coche 2, tras permanecer décadas abandonado en los fondos de la vía 1 del taller Polvorín, fue recuperado y puesto en servicio en el Tranvía Histórico el 14 de julio de 2004 para conmemorar los 90 años de la llegada del Subte a Caballito. En el 2006, la AAT localizó al coche 4 en Banfield, a donde había sido llevado tras su salida de servicio y funcionó como vivienda y comercio de diversos rubros. Tras reunir el dinero, finalmente la institución pudo comprarlo y llevarlo de nuevo a Polvorín, en donde está siendo cuidadosamente restaurado.