El oficialismo de la capital cordobesa enviaría al Consejo Deliberante el convenio firmado con autoridades nacionales para la construcción de un Subte en la capital provincial, informaron medios locales. De esta manera, el intendente Daniel Giacomino (FPV) pretende asegurarse que el Legislativo municipal otorgue lo antes posible el indispensable permiso para que la Nación pueda hacer uso del subsuelo: dado que sólo restan tres sesiones hasta el final del período de sesiones ordinarias y que se descuenta no habrá suficiente tiempo para tratarlo en esa instancia, este sería incluído en el temario de sesiones extraordinarias que se desarrollarán durante el verano.
En caso de que resultara aprobado, el año próximo podría comenzar la etapa de estudios previos a la construcción. La urgencia es comprensible: los niveles de desaprobación que registra el kirchnerismo en la provincia de Córdoba se encuentran entre los más altos del país, por lo que es imperativo que se puedan mostrar avances en un proyecto de esta magnitud en pleno año electoral. Así se lo hizo saber el ministro Julio De Vido al intendente Giacomino y a Aldo Roggio cuando se firmó el acuerdo.
El convenio, que ahora será llevado al debate, fue rubricado por Córdoba y la Secretaría de Transporte de la Nación el pasado 22 de octubre. De esta forma, la Comuna habilitó a la Nación a seguir los pasos necesarios en la firma de los contratos pertinentes con el Eximbank -que financiará el 85% de los 1.560 millones de dólares que costará la obra, mientras el resto será provisto por las arcas federales-, y con la China Railway International (CRI). Esta última es la que llevará a cabo la ejecución de los trabajos a través de un ya conocido socio local: la constructora Benito Roggio, controlante de Metrovías y a cargo de las obras en las líneas B, E y H para Subterráneos de Buenos Aires.