La Agencia de Protección Ambiental, junto a la Autoridad Regulatoria Nuclear, controló los niveles de radón en las instalaciones de la línea H. “El radón es un fluido que forma partículas que pueden ser absorbidas durante la respiración y generar daños en el tejido pulmonar; por ese motivo es que el GCBA decidió iniciar las mediciones preventivas para asegurar la salud de los pasajeros”, informaron.
Este gas, agrupado dentro de los Gases Raros, Nobles o Inertes en la Tabla Periódica, se forma durante el transcurso de la vida media del uranio presente en agua, rocas y suelos. Su concentración aumenta a mayor profundidad y menor ventilación. Es por esto que las autoridades instalaron 26 puntos de muestreo en las estaciones Once y Humberto Primo, el taller Colonia y dos formaciones de la línea H, la más profunda del Subte porteño.
Los resultados arrojaron los siguientes valores: 0.04 microsieverts (unidad de medida de la radiación) para las áreas públicas y de 0.75 microsieverts para las zonas exclusivas de trabajadores. Teniendo en cuenta que la Comisión Internacional para la Protección Radiológica recomienda valores máximos entre 3 y 10 microsieverts por año, los niveles que existen en el subterráneo no son perjudiciales.