El sábado 13 de enero fue la puesta en marcha del nuevo sistema de señales ATP (Automatic Train Protection) en la línea D, en reemplazo del antiguo ATS (Automatic Train Stop) originario de la línea inaugurada en 1937.
Desde entonces quedaba pendiente la Segunda Etapa que consistía en enlazar el sistema con el resto de la red y “digitalizarlo” por completo para aprovechar todas las virtudes que el sistema francés ofrece.
Sin embargo, por una serie de inconvenientes técnicos que obligó a traer una misión brasilera de representantes de Alstom -empresa propietaria del sistema- quienes junto con Metrovías no pudieron encontrar las soluciones, el vuelco siguió postergado.
Más de un año y medio después de que el ATS apagara sus semáforos que durante 70 años funcionaron en la línea, el nuevo ATP finalmente podría funcionar al 100% a partir de este sábado.
Esta implementación podría traer algunos inconvenientes en la prestación del servicio de la línea. Desde demoras hasta posibles interrupciones breves, los pasajeros podrían tener complicaciones en sus viajes y la empresa estaría evaluando liberar los molinetes en la línea D mientras los conflictos persistan.
De concretarse el vuelco, las demoras también podrían continuar en la semana. En ese sentido, el Cuerpo de Delegados emitirá en las próximas horas un comunicado advirtiendo sobre los posibles inconvenientes y se desligarán mediante el escrito de cualquier acusación que se les pudiera adjudicar en relación con conflictos gremiales.
Implementar el nuevo sistema de señales en su máximo funcionamiento traerá ciertos beneficios quizá no tan notorios para la cotidianeidad de los pasajeros pero sí para su seguridad y para prestar un servicio más eficiente y con menos demoras. Al menos ese será el objetivo.
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