Apenas un día después de su primer inauguración, enelSubte.com ya estaba en la Web informando a diario de las situaciones del subterráneo porteño. Y desde entonces dedicamos varias notas e informes a mostrar lo que ocurre en la línea que, hasta ahora, no está abierta al público en general.
Desde un informe que cuenta su historia desde la creación del proyecto hasta la última noticia que informamos la semana pasada acerca de su ¿definitivo? anuncio de puesta en marcha, no nos hemos agotado de mantener informado al público de lo que ocurre en esas estaciones monumentales que aún aguardan solitarias la llegada de pasajeros.
En esta oportunidad conmemoramos los 4 meses de inauguración de las obras por el Jefe de Gobierno aquel 31 de mayo, cuando faltaban horas para los comicios electorales, y la decisión del entonces candidato Jorge Telerman de celebrar las obras pero no su puesta en marcha fue tomada en absoluta reserva y hermetismo.
Tal es así que muchos medios no se habían enterado de la convocatoria recién hasta las primeras horas del día del evento. La confusión fue tal que muchas personas creyeron que ya estaba en marcha, por lo que preguntaban por qué no estaban abiertas las estaciones si ya el Jefe de Gobierno las había inaugurado.
No hubo grandes explicaciones oficiales. Ni siquiera se planeaba inaugurar, hasta último momento, las obras de una línea que todavía no podía funcionar. Sin embargo ocurrió, y enelSubte.com estuvo en el evento donde asistieron desde los principales candidatos de la línea de Telerman y la mitad del gabinete, hasta escuelas de la zona, bandas musicales y medios periodísticos de trascendencia.
No faltaron los sándwiches, medialunas, café y bebidas para los invitados, y una especie de “Marcha Blanca” en los trenes que conformarán la flota provisoria de la línea H, los Siemens Orenstein & Koppel de principios de los años ’30. Los coches tienen experiencia en inauguraciones: hace más de 70 años participaron de la puesta en marcha de la línea C, de la que son originarios.
El evento, perfectamente organizado y sobredimensionado para lo que implicaba, se inició en Humberto Primo con música en el entrepiso de la estación más grande de la red, discursos del Jefe de Gobierno y distintas personalidades políticas y religiosas. Luego se puso en marcha el primer tren que llevó pasajeros en la línea H, finalizando el recorrido y el evento en la estación Caseros, en el barrio de Parque Patricios.
Según las últimas noticias, en unos pocos días más debería abrirse al público en general la primer línea porteña en 63 años. Veremos si esta vez será cierto, y si el público también podrá viajar en la línea más moderna de la red.