El 25 de enero Subterráneos de Buenos Aires S.E. emitió un comunicado oficial donde informaba la conclusión del “exhaustivo relevamiento de los 104 coches existentes en la flota” que tenía como objetivo recavar información sobre el estado de cada uno de los coches La Brugeoise. El comunicado informaba que el mismo, terminado una semana antes de lo inicialmente anunciado, era parte del “Plan de Reconstrucción y Restauración Patrimonial de los coches La Brugeoise, en virtud de lo establecido en la ley 4472 de Regulación y Reestructuración del Subterráneo”.
El informe hecho público por la empresa tras inventariar toda la flota tuvo un tono alarmista y buscó destacar el mal estado de las unidades, incluso acompañándolo con fotos de coches Brugeoise chocados o retirados de servicio hace años. “El resultado general es muy preocupante, ya que se constató la existencia de coches en un estado irrecuperable y que el estado general de la flota no supera la calificación de regular” afirmó Juan Pablo Piccardo, presidente de SBASE.
Sin embargo, el sábado a las 21 horas una formación compuesta por los coches 107, 42, 5 y 101 fue utilizada como tren de remolque de chata para llevar carga desde Polvorín hacia la línea A. El video fue capturado por un integrante de la Asociación Amigos del Tranvía, la organización no gubernamental encargada de preservar a varios coches antiguos, entre ellos los coches Preston, hermanos de los Brugeoise. Se presume que los pallets de arena transportados por los Brugeoise sean utilizados para las pruebas dinámicas de los coches chinos CNR, ya que habitualmente durante las pruebas dinámicas de unidades nuevas se simula contar con carga equivalente a algunos pasajeros en la cabina, y esto se logra equipando a la formación con varias bolsas de arena.
El cuestionable hecho de encontrar una formación Brugeoise siendo utilizada para transportar carga, además de atentar contra la cautelar de la jueza Liberatori que ordena la protección de todas las unidades históricas y de ir a contramano del propio “Plan de Reconstrucción y Restauración Patrimonial” anunciado por SBASE, confirma lo que varios técnicos y trabajadores han informado a este medio: la línea A se encuentra operando con intercambios de tensión entre 1100 y 1500 voltios, hecho que en rigor demuestra que el cambio eléctrico sólo implica cambiar la configuración de las subestaciones eléctricas que operan en la línea. Asimismo, existe actualmente, e incluso desde antes del cierre de la línea, una operación en ambos voltajes en distintas secciones de la línea.
En el año 2007 el Estado Nacional llevó adelante, sin interrumpir el servicio, las obras de modernización de la línea A, que incluyeron entre otros aspectos la renovación de las cuatro subestaciones transformadoras para la tensión de tracción, que proveen de electricidad contínua a la catenaria para ser utilizada por los trenes. En esta obra se contempló la operatoria a dos tensiones, lo que permitiría continuar con la operación de los Brugeoise a 1100 V, pero dejando la puerta abierta para un rápido cambio de tensión al momento en que la flota sea renovada, y de esta forma se normalice el voltaje a 1500 como el resto de las líneas de alimentación aérea de la red.
De acuerdo a lo propuesto en un plan alternativo por los trabajadores del Subte y a lo sugerido por varios especialistas y ex presidentes de SBASE, tanto las pruebas dinámicas de aceleración y frenado con carga, como las de comprobación de gálibo en todo el trazado, pudieron realizarse en horario nocturno a 1500 V sin afectar la operación de la línea A durante el día, la cual podría haberse prestado a 1100 V. La capacidad de las cocheras de la línea, combinada con las instalaciones de Polvorín, era suficiente para alojar a los coches.
Por otra parte, enelSubte.com pudo constatar que existe gran cantidad de empleados que aún no han logrado iniciar los cursos de capacitación. Cierto es que las adecuaciones necesarias en andenes y la capacitación de los empleados llevará tiempo. Pero si el cierre de la línea no hubiera sido tan intempestivo e improvisado como cada día que pasa se encarga de ratificar, con una planificación adecuada los trastornos del servicio podrían haberse reducido al mínimo.
Ahora, como consideró la propia Justicia porteña, es tarde para volver sobre la necesidad de paralizar la línea dos meses. Lo cierto es que ocurrió. Ocurrió e implicó retirar de servicio a los coches La Brugeoise sin prever su preservación. Distintos funcionarios del gobierno de Macri especularon a viva voz varias alternativas: asado, bicicletero, biblioteca. Finalmente, Subterráneos de Buenos Aires anunció un “Plan de Reconstrucción y Restauración Patrimonial” de la flota pero dejó 75 coches a la intemperie, cubriendo muy pocos con las lonas que supuestamente los protegerían del sol y de la lluvia. Hubo quien minimizó aquella cuestión, tratándose de unidades radiadas, porque otras 20 sí estaban a resguardo y serían objeto de una profunda intervención para que funcionen como tren histórico. Pero, por ahora, los coches históricos sirven como vagones de carga.