Dos coches que corrieron por la línea B fueron incorporados de manera definitiva a la flota histórica de tranvías y coches de Subte que la Asociación Amigos del Tranvía (AAT), ubicada en el barrio porteño de Caballito, restaura y preserva.
Uno de ellos es el coche Metropolitan Cammel 112, fabricado en Inglaterra en 1929 y parte de la flota original del Subterráneo Lacroze, como se conocía a la línea B al momento de su inauguración en 1930. El otro vehículo es el Siemens-FM 193, construido en 1976 por Fabricaciones Militares como parte de un lote de 18 coches encargados en su momento como refuerzo de la flota de la línea que en ese momento unía Federico Lacroze con Leandro Alem.
Ambos tipos de trenes convivieron con las flotas Osgood Bradley -de origen estadounidense e incorporada al servicio durante los años 30- y FM -hechos en el país en los años 60-, ambas muy similares a los Metropolitan Cammel. Todos estos modelos de trenes fueron retirados de servicio en 1995 tras la adquisición de los coches Mitsubishi usados al Metro de Tokio y, si bien existen otras unidades a resguardo en diferentes instituciones de preservación, la mayoría fue o bien desguazada, o asignada a usos no ferroviarios -como servir de casas para pescadores en Entre Ríos o de vivienda en el pueblo bonaerense de Videla Dorna- o simplemente abandonada.
La cesión del material fue formalizada por Subterráneos de Buenos Aires (SBASE), que durante el año pasado también entregó a la institución en donación definitiva la dupla Siemens M3-R3 -original de la línea C-, los coches United Electric 2 y 3 -conocidos también como “Preston” por haber sido fabricados en dicha ciudad inglesa, integraron una suerte de formación de lujo en la línea A hasta su retiro en 1977- y el coche La Brugeoise 20, que prestó servicio durante casi 100 años en la línea A.