El servicio ferroviario que une a las ciudades de Neuquén y Cipolletti, conocido comercialmente como Tren del Valle, cumplió el pasado jueves 21 su primer año de servicio. En ese período, y pese a la prestación irregular debido a las múltiples fallas que han presentado los cochemotores Materfer, transportó 292.555 pasajeros pagos, de acuerdo con estadísticas de Ferrocarriles Argentinos.
La semana pasada el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, visitó la capital neuquina y se reunió con el gobernador Gutiérrez y el intendente Quiroga. Allí hizo anuncio de obras viales, reiteró la construcción de un Metrobús para esa ciudad y volvió a señalar que la intención de Nación es que el Tren del Valle pase a manos provinciales. “Vino, sonrió, y reiteró lo que ya se sabía”, sintetizó el medio local Diariamente Neuquén.
La frase de Dietrich vuelve a confirmar que el proyecto de provincializar los servicios regionales anticipado meses atrás por este medio sigue en marcha pese al traspié que sufrió esa iniciativa con el forzado traspaso de Ferrobaires al Estado Nacional, una pulseada silenciosa que le ganó la gobernadora María Eugenia Vidal al ministro de los Metrobuses. Es decir: al mismo tiempo que el mayor distrito gobernado por el PRO rechaza hacerse cargo de los ferrocarriles, el gobierno insiste en transferir los servicios a otras provincias.
Tren Patagónico, empresa del Estado provincial rionegrino, había firmado en mayo pasado una carta de intención para hacerse cargo del servicio. Días más tarde se hizo una discreta prueba de circulación entre Cipolletti y General Roca, para evaluar el estado de las vías y una eventual extensión del servicio, pero la cuestión se empantanó rápidamente.
La extensión a General Roca, por un extremo, y a Plottier, por el otro, se encontraba prevista en el Plan Quinquenal de Ferrocarriles Argentinos, cuya aplicación ha sido congelada por la actual gestión, que considera a ese programa “sólo un libro”. Según este estudio, para 2020 el servicio transportaría más de 670.000 pasajeros anuales pagos, una estimación relativamente conservadora si se tiene en cuenta que el servicio actual bordea los 300 mil circulando sólo entre dos ciudades, sin paradas intermedias, con pocas frecuencias y con regularidad inestable.
En Neuquén advierten, incluso, que el tren podría sumar pasajeros de incorporarse paradas intermedias en la traza actual y realizando pequeñas extensiones del recorrido, hasta la Terminal de Ómnibus o el aeropuerto de la capital provincial, por ejemplo.
El Tren del Valle había sido uno de los primeros servicios en ser atacados por la prensa afín al oficialismo y en ver cuestionada su continuidad, apenas materializado el cambio de gobierno.