Dos coches La Brugeoise y cuatro Siemens Orenstein y Koppel fueron subastados el pasado viernes por el sitio web Narváez Superbid por un precio promedio de 125.000 pesos por cada uno, al que llegaron las pujas desde la base de $20.000 fijada por Subterráneos de Buenos Aires. El remate, anunciado en diciembre pasado, es la segunda venta que realiza SBASE de material radiado: a comienzos del año pasado ya había subastado coches Mitsubishi que habían circulado en la línea B.
En cuanto a los coches La Brugeoise se trata de las unidades 89 y 25, que habían resultado dañadas en un choque fuera de horario de servicio en las fosas de la estación Primera Junta en la madrugada del 7 de enero de 2012, cuando aún estaban en servicio regular. Dichos coches se vendieron en un único lote, que ganó un usuario identificado como “mzonis“, por 300.000 pesos.
Sergio Hernández, gerente de Relaciones Institucionales de Subterráneos de Buenos Aires, señaló que “generan mucho interés porque son subtes que circularon durante 100 años en la línea A y la gente les ha tomado cariño. Además son fantásticos para reconvertirlos, ya sea para proyectos turísticos o para hacer food trucks“.
Respecto a los Siemens, se subastaron por separado cuatro coches que habían sido retirados de la línea H tras la entrada en servicio de las formaciones Alstom en julio pasado. Así, el usuario “mzonis” también se quedó con el coche R13 por 129.000 pesos. En tanto, un usuario identificado como “hardrock” con ubicación declarada en Usuahia, provincia de Tierra del Fuego –lo que hace presumir que se trata del famoso café internacional Hard Rock de dicha localidad– se quedó con el coche M13 por 128.000 pesos y con el M41 por 125.000 pesos. El ultimo coche, el R41, fue adjudicado a un tal “paolo2017” por 127.000 pesos.
Las unidades vendidas se encuentran alojadas en el galpón construido originalmente en el predio del taller Mariano Acosta del Premetro para resguardar a los coches La Brugeoise amparados por la protección de la ley 4886 –que no incluyó a los coches 89 y 25 por el deterioro que presentaban– y su retiro y traslado hasta su destino final queda a cargo de los compradores.