La línea H fue la que menos afectaciones al servicio sufrió durante el mes de mayo: sólo una en todo el mes. Se trató de una breve interrupción de menos de diez minutos (9:56 minutos) por “un problema técnico en una formación”, ocurrida el pasado 22 de mayo.
Si bien la línea H ha sido históricamente la que menos interrupciones sufría, la cantidad y duración de las mismas decayó pronunciadamente desde mediados del año pasado, cuando fueron puestos en marcha los coches Alstom 300 y el moderno señalamiento CBTC que permite la conducción automática de los mismos.
La tasa de fallas mecánicas de estos coches es bajísima -desde luego, algo esperable para formaciones cero kilómetro-. Esto es un fuerte contraste con los veteranos Siemens-Schuckert O&K que circulaban en la línea hasta julio pasado, que pese a su relativo buen estado de conservación, pasaban factura de sus más de ocho décadas de trajín.
En contraste con los diez minutos perdidos por la H en todo el mes, la línea D perdió un total de 15 horas y 39 minutos de servicio y fue la segunda más afectada tras la línea C, que sufrió 17 horas y 18 minutos de afectaciones. Mayo fue un mes negro para la línea D, lo que motivó fuertes quejas de los pasajeros.
No es casualidad que esas dos líneas que lideran el ranking de afectaciones sean aquellas donde está previsto incorporar el señalamiento CBTC, lo que permitirá que en ambas se automatice la operación de las formaciones, lo que redundará en menos afectaciones. En la línea C está previsto que ese sistema entre en funcionamiento para mediados del año próximo, mientras que en la D aún está en proceso de licitación. Por lo pronto, en esa línea fue puesto en servicio recientemente un tren cero kilómetro idéntico a los de la línea H y se espera que en el mediano plazo se sumen otros nueve de idéntica procedencia.
