Clarín, 18 de septiembre de 1997: “La remodelación de las 64 estaciones de subtes que recorren la ciudad está avanzando a paso firme, aunque en eso se lleve una parte importante de su historia. El miércoles que viene la empresa Metrovías va a reinaugurar las remozadas estaciones de Plaza Italia, Palermo y Facultad de Medicina. Con ellas, ya son 15 las estaciones que cambiaron sus mayólicas coloridas de las paredes y pisos originales de cerámica por otros materiales modernos. El paisaje subterráneo es ganado por un gris uniforme matizado por los carteles indicadores y las publicidades“.
La misma nota agrega que la remodelación fue cuestionada por la Comisión Nacional de Museos y Monumentos y Lugares Históricos, señalando que Metrovías no había respetado el patrimonio histórico y cultural de esos sitios. Acota que las estaciones fueron declaradas Monumento Histórico Nacional (MHN) en mayo de ese año, cuando el grueso del cambio ya estaba hecho. Al respecto, la entonces titular de la Comisión, arquitecta Magdalena Faillace, comentó en esa ocasión que “cada estación era una unidad histórica y artística que se perdió“. Que se perdió a manos de la falta de criterio de la concesionaria y de la falta de control de las autoridades, incluyendo en primer lugar el organismo que presidía.
Habiendo pasado 15 años con la red a cargo de Metrovías y otros tantos desde que comenzara su programa de modernización de estaciones enelSubte.com se puso en contacto con la Comisión Nacional de Museos y Monumentos y Lugares Históricos. El día 29 de marzo del corriente año se presentó en mesa de entradas de la Comisión una carta firmada por el director de este medio dirigida a su actual presidente. Se buscaba conocer de primera mano qué acciones tomó en este tiempo el organismo para proteger el patrimonio a su cargo, siendo por ley el encargado de velar por la conservación de los MHN, vista la situación de deterioro que sufren por acción u omisión estaciones de alto valor histórico patrimonial.
El contenido de la misiva era el siguiente:
“SR. PRESIDENTE DE LA COMISIÓN NACIONAL
DE MUSEOS, MONUMENTOS Y LUGARES HISTÓRICOS.
Arq. Alberto Salustiano José de Paula:
S / D
Como medio informativo especializado, nos es grato dirigirnos a Ud. con el fin de consultar sobre la actividad de la Comisión Nacional en relación a las estaciones de la red de subterráneos de Buenos Aires declaradas Monumento Histórico Nacional.
Tras la toma de la concesión por parte de la empresa Metrovías S.A., a comienzos del año 1994, se emprendió un plan de “modernización” de estaciones que comprometió en varios casos elementos de alto valor patrimonial, como los reconocidos murales cerámicos y mayólicas con que fueron ornamentadas las estaciones originales de las líneas C, D y E, desde hace años inequívoco signo cultural de Buenos Aires. Metrovías S.A., en sus obras, retiró u ocultó el alicatado e incluso murales de estaciones sin motivo aparente.
Si bien no existía normativa legal que protegiese el patrimonio y la reacción oficial se dio cuando el daño ya estaba hecho, la entonces Presidenta de la Comisión Nacional, arq. Magalena Faillace, criticó en duros términos los cambios: “El material que se ha perdido con los últimos arreglos es increíble; en Plaza Italia había tres murales de Léonie Mathiss, y dos paisajes serranos de Fray Guillermo Butler. Ahora a esa estación sólo le quedan los cementos policromados de Quinquela Martín que están sobre el andén” (La Nación, 8/6/1997); “Se desnaturalizó el fin y el conjunto cultural de cada estación para mejorarle el paisaje a la gente […] no puedo dejar de decir que ya se perdió la continuidad histórica y cultural que significó el subte para el imaginario porteño” (Clarín, 10/10/1997).
En ocasión de las críticas de la arq. Faillace, el decreto 437/1997 incluyó a la gran mayoría de las estaciones históricas de la red de subterráneos dentro de la protección de las ley 12.665, sus modificatorias y decretos reglamentarios. En su artículo 1, inciso b), el decreto declara Monumento Histórico Nacional (MHN) a “Las estaciones del subterráneo de la LINEA A: PLAZA DE MAYO. PERU, PIEDRAS, LIMA, SAENZ PENA, CONGRESO. PASCO – ALBERTI y PLAZA DE MISERERE; y las siguientes estaciones incluyendo los murales y demás elementos ornamentales de época que constituyen un todo homogéneo con el entorno de la LINEA C: SAN JUAN, INDEPENDENCIA, MORENO, AVENIDA DE MAYO. DIAGONAL NORTE, LAVALLE y SAN MARTIN: de la LINEA D: CATEDRAL, 9 DE JULIO, TRIBUNALES, FACULTAD DE MEDICINA, AGUERO, BULNES, SCALABRINI ORTIZ, PLAZA ITALIA y PALERMO y de la LINEA E: SAN JOSE, ENTRE RIOS, PICHINCHA. JUJUY, URQUIZA y BOEDO”.
De esa lista, las estaciones Lavalle, San Martín, Catedral, Tribunales, Facultad de Medicina, Pueyrredón, Agüero, Bulnes, Scalabrini Ortiz, Plaza Italia y Palermo son consideradas por la empresa concesionaria como “remodeladas” dentro del apartado “Modernización de estaciones” de su sitio web (http://www.metrovias.com.ar/v2/Infra…sp?op=2&Item=1). En algunas, como Lavalle o Pueyrredón, los cambios fueron leves y superficiales. En otras los cambios son más graves, y a pesar de su declaración como MHN no han sido restauradas a su estado original. En Tribunales han sido retiradas las mayólicas que recubrían las paredes del túnel y reemplazadas por baldosones grises en el vestíbulo; en otras palabras, aquello que le daba el valor arquitectónico por el cual fue reconocida como Monumento Histórico ha sido destruido.
Agradeceríamos profundamente si pudiera comunicarnos la acción de la Comisión que preside en este punto, qué clase de quejas se han cursado a Metrovías o si eventualmente se ha impuesto algún tipo de multa. Si la Comisión tiene cabal conocimiento de la situación de los bienes a su cargo en la red de subterráneos, si están inventariados aquellos a resguardar. Si existe algún mecanismo que permita revertir las modificaciones indebidas, no autorizadas o juzgadas lesivas al patrimonio que la Comisión tiene por función proteger. Si cabe la posibilidad de activar esos mecanismos para que la empresa Metrovías S.A. deba, en honor incluso al mismo contrato de concesión que la liga al Estado nacional (4.2.2., Objeto y alcance de la concesión, inciso a): “La realización por parte del Concesionario de las tareas de mantenimiento de la totalidad de los bienes inmuebles y bienes muebles que estén afectados a la Concesión y la custodia y vigilancia de los mismos con el alcance establecido en el Pliego y en el presente Contrato”), deshacer parte de aquellas modificaciones que haya encarado por su cuenta.
Particular es el caso de la estación Facultad de Medicina, sobre el que queremos insistir puntualmente para su conocimiento y en vista de que la Comisión pueda tomar alguna medida. Facultad de Medicina es una estación construida en dos niveles, uno de vestíbulo y otro de andenes. En el primero, el fino conjunto de azulejos y guardas con que identificó a sus estaciones la empresa CHADOPyF, asignando a cada una un diseño específico, fue retirado y reemplazado por baldosones grises al igual que en otras estaciones. A nivel andén, sin embargo, el alicatado se encuentra desde 1997 tapado por antiestéticas y antihigiénicas placas símil granito colocadas por la empresa concesionaria. Al contrario de las estaciones de la línea B, que no están protegidas por la figura de MHN, Facultad de Medicina sí debe ser preservada. Por lo pronto, bastaría con obligar a Metrovías S.A. a descubrir las paredes del andén para dar una muestra de eficacia en el cumplimiento de los objetivos de la Comisión.
Sin más, aguardo su respuesta y agradezco desde ya su tiempo.
Atentamente,
Martín Machain
Director – enelSubte.com”
Meses después, llegó la respuesta del nuevo titular de la Comisión:
“Señor Martín Machain:
Atento vuestra nota del 27 de marzo de 2009 relacionada con las acciones y quejas interpuestas por esta Comisión Nacional Nacional ante la Empresa Metrovías, concesionaria de la red, informamos a usted que en el universo de obras han intervenido, además del concesionario, la Empresa SBASA (Subterráneos de Buenos Aires Sociedad Anónima) -ente autárquico del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires- y PTUBA (Proyecto de Transporte Urbano de Buenos Aires) que depende de la Secretaría de Transporte de la Nación. Muchas de estas intervenciones no contaron, en buena parte de las mismas, con las respectivas autorizaciones o aprobaciones y, en algunos casos, fueron ejecutadas como emergencias por filtraciones de la red de servicios de agua y desagües.
Contemporáneamente con el inicio de la concesión la Empresa Metrovías encaró un plan de restauración para detener y controlar las causas de deterioro que hubieron sufrido los murales de las estaciones de la Línea “D” por acción natural o por depredación de hombre y la intervención para su restauración. Las cerámicas se encontraban con deterioros del tiempo, fisuras, grietas, filtraciones, pérdidas del esmaltado, contaminación por filtraciones de aguas potables y servidas con arrastre de gran cantidad de sales, con acumulación de partículas de combustión incompleta, cenizas etc ; con golpes, carteles, hierros, caños, soportes varios, graffittis, pinturas, pegamentos, etc; intervenciones que fueron llevadas a cabo exitosamente.
En la actualidad se encuentran en etapa de terminaciones obras en las estaciones de la Línea “A” que revisten de carácter de monumento histórico nacional y son llevadas a cabo a través de la Secretaría de Transporte de la Nación. Patologías similares a las descriptas y filtraciones endémicas afectaban a revestimientos y solados de las mismas. También en estas estaciones se efectuaron adecuaciones respecto de barreras arquitectónicas (niveles de andenes respecto de los coches de las formaciones, guías en los pisos para disminuidos visuales, señalamientos en bordes de andenes, iluminación, escaleras mecánicas, ascensores) que motivaron la aplicaciónde tecnologías disponibles para el cumplimiento de la normativa vigente.
Atentamente,
Arq. Juan Martín Repetto
Presidente CNNMLH”
De esta manera, el arquitecto Repetto aduce el problema jurisdiccional como un elemento disuasor de responsabilidades. enelSubte.com no se centraba en el papel de la concesionaria –la ejecutora de las obras aludidas–, sino en el accionar de la CNMMLH al respecto. Sobre este punto, la información provista lamentablemente es más que insuficiente.
El titular de Comisión dedica un tercio de su respuesta a hablar de una restauración de murales encarada por Metrovías a poco de asumir su concesión, algo que no es negado ni justifica los atropellos al patrimonio histórico. El párrafo final habla sobre los trabajos a cargo de la Secretaría de Transporte en la línea A, que por otro lado no había sido afectada por las reformas modernizadoras de Metrovías.
Sobre el retiro o tapiado del alicatado de estaciones históricas no hay una palabra, a excepción de mencionar que muchas de ellas no fueron debidamente autorizadas. Si es así, ¿cómo es posible que la Comisión no sea capaz siquiera de mencionar una queja, por no hablar de medidas concretas? Puede entenderse la impunidad de Metrovías si la encargada de velar por la preservación del patrimonio histórico no es capaz más que de descargar responsabilidades.
O si confunde el nombre de la empresa titular de la red de subterráneos, que no es una Sociedad Anónima. Quizás Repetto, quien también es subsecretario de Obras Públicas de la Provincia de Buenos Aires, no tenga tiempo suficiente para dedicarle a la conservación histórica.