No sería la primera vez que el subte porteño reduce sus frecuencias en momentos críticos en materia de abastecimiento eléctrico. Tal como la imagen principal lo refleja, en diciembre de 2006 el matutino La Nación publicó en primera plana lo que este medio había anticipado como una evidente reducción de frecuencias.
Según se sospechaba en aquel entonces, y de acuerdo a lo que se rumoreaba en los pasillos de la Secretaría de Transporte y también bajo tierra, el motivo fue la orden presidencial de reducir el consumo eléctrico en un verano que se caracterizó por altas temperaturas, y un sistema eléctrico que ya se encuentra colapsado, según denuncian especialistas en la materia.
Fue en la misma época en que desapareció de SubTV -el sistema cerrado de televisión del medio de transporte subterráneo- la información actualizada de las frecuencias de todas las líneas. Si bien tiempo después la SBASE del C.P.N. Edgardo Kutner admitió que la quita de la información de las frecuencias fue por pedido de la empresa estatal de subterráneos, el argumento que SBASE dio al pedir explicaciones de por qué se solicitó la quita, fue que “como no se cumplían los tiempos publicados, fue que pedimos no informar más las frecuencias”.
Algo parecido estaría ocurriendo por estos días, cuando una comparativa entre el año 2006 y el actual, en misma época, las frecuencias actuales son menores a las de hace dos años atrás. Si bien es de público conocimiento que la puntualidad y regularidad de los tiempos en la prestación del servicio de trenes no es la especialidad de la concesionaria Metrovías, el informe arroja resultados que son alarmantes:
Tomando como ejemplo el servicio de subtes que se brindaba de lunes a viernes de 10 a 16 entre los meses de marzo y diciembre en el año 2006, los intervalos promedio publicados en la página de la empresa concesionaria eran los siguientes: línea A, una formación cada 4:25 minutos; en la línea B una cada 4:30; la frecuencia en la línea C era cada 4:25; en la D una cada 3:30; y en la E cada 8 minutos.
En la actualidad, en la misma franja horaria, las frecuencias expresadas en el servicio de información televisiva de las estaciones han cambiado: la A funciona con intervalos de 5 minutos, al igual que las formaciones de las líneas B y C; la Línea D presta servicio cada 3:45 minutos; la H cada 8;15 y la E con 7 minutos de intervalo entre cada formación (es la única línea donde el tiempo entre un tren y otro se redujo en la franja horaria de muestra).
Estas modificaciones generaron que en las líneas A, B y C circulen 12 formaciones por hora en lugar de 14, y en la D, 17 en lugar de 18. Estos datos en números representan 42 formaciones menos por día sólo en 6 horas. lo cual significa 42 formaciones menos por día, 210 por semana y 4.200 mensuales, sólo en una franja de 6 horas.
La denuncia periodística fue publicada por un medio de la Ciudad, el cual se comunicó con autoridades de la comuna donde la respuesta fue que la ampliación de los intervalos estaría vinculada a “un pedido del Gobierno Nacional para que se reduzca el consumo eléctrico debido a la crisis energética”.
“El Subte tiene un enorme consumo. Esta decisión escapa a Metrovías, es una decisión del Gobierno Nacional y no sólo afecta a los subterráneos, también a todo el sistema eléctrico de transporte, e inclusive a los shoppings que debieron reducir su iluminación y calefacción”, comentaron.
Asimismo, al igual que este sitio, el periódico local también buscó una respuesta oficial por parte de la empresa concesionaria, la cual aún no se ha pronunciado en el asunto.