La candidata a intendenta de Avellaneda por el PRO, Gladys González, lanzó semanas atrás una importante promesa de cara a las elecciones de este año: construir un Metrobús en la Avenida Mitre, lugar donde meses atrás el mismo partido habló de extender la futura línea F.
La diputada suele mostrarse en sus recorridas de campaña con el subsecretario Guillermo Dietrich, principal impulsor del sistema de carriles exclusivos. La iniciativa, aún no completamente definida, no sería demasiado sofisticada: aprovecharía los carriles centrales de la ancha arteria para implementar la segregación, que llegaría hasta el límite con el Partido de Quilmes sin aparente solución de continuidad.
“El sueño es conectar nuestra ciudad, desde Avellaneda centro a Wilde, en el menor tiempo posible, de una manera segura, más cómoda y cuidando el medio ambiente. El tiempo que ahorramos en viajar para estar en nuestras casas con la familia es invalorable”, dijo González en mayo pasado.
González no es la única candidata del PRO que hace campaña con los carriles exclusivos. Prácticamente todos los candidatos amarillos en el Conurbano prometen un Metrobús para sus distritos, como Néstor Grindetti en Lanús. Pero el caso de Avellaneda es especial porque desde mediados del siglo pasado distintos proyectos previeron la extensión de la red de subterráneos allí. Y el propio GCBA lo hizo el año pasado.
Más allá de que se trata de una avenida de tránsito relativamente ágil exceptuando algunos pocos puntos y horarios críticos, en noviembre del año pasado el gobierno porteño había considerado la conveniencia de extender la proyectada línea F (Barracas – Constitución – Plaza Italia) del Subte hasta un sector no identificado de Avellaneda, presuntamente Crucecita, histórica cabecera de las propuestas de llevar el Subte hacia el sur del Conurbano.
Cabe destacar que la extensión del Subte a Avellaneda es uno de los proyectos sobre los que existe un mayor nivel de consenso entre los especialistas, que ponderan el potencial de esa traza.
Lo cierto es que, aún de prosperar este proyecto, la línea F tardaría varios años en lograr cruzar el Riachuelo. La licitación del primer tramo —que se haría este año según Juan Pablo Piccardo— abarca la sección Constitución – Santa Fe. Y antes que pensar en cómo resolver el tramo sur, el gobierno porteño tiene la mirada puesta en el sector norte. El GCBA busca cambiar la traza prevista en la ley 670 (por Av. Las Heras hasta Plaza Italia) por una variante hacia Facultad de Derecho, donde se está construyendo una estación de la línea H, con la excusa de la estación Retiro Norte.